GUERRA A LA LUZ DE LAS VELAS
POR: ANTERO GARGUREVICH F.
“Un escritor escribe para lo que lo quieran más” es una frase recurrente en el mundo literario, expresión utilizada inicialmente por Alfredo Bryce Echenique. Sin embargo, en el caso de Daniel Alarcón, podemos decir que escribe para buscar su identidad y sellar un compromiso de nacionalidad con el país que lo vio nacer.
Escritor peruano de nacimiento, criado y residente en Estados Unidos, Daniel Alarcón, a sus 30 años publicó su libro de cuentos Guerra a la luz de las velas, inicialmente publicado en inglés y luego traducido al español. En la obra Alarcón narra, a través de once relatos, temas sociales de la problemática latinoamericana; como el mestizaje, la búsqueda de identidad, la guerra social (el terrorismo) y la migración.
Entre sus historias, quizá “Ciudad de Payasos” es la que causa más impacto. La lucha de un periodista por encontrar su identidad mientras escribe un artículo sobre los payasos. Es así, como el anonimato de un disfraz le permite encontrar respuestas en una cuestionada vida familiar para él. Por otro lado, “Guerra a la luz de las velas”, cuento del mismo nombre que el libro nos traslada a la época de violencia que azotó al Perú con el grupo terrorista Sendero Luminoso. El escritor muestra el lado humano de un terrorista que recuerda sus inicios en la subversión.
Alarcón cuenta que uno de sus proyectos literarios como literato es escribir cuentos que lo relacionen de alguna manera con Latinoamérica, ello tomando en cuenta que su vida transcurrió de manera muy distinta en Estados Unidos. Es por ello, que a través de la investigación y de sus viajes, el joven escritor, busca un acercamiento con su país de origen.
Muchos de sus cuentos no tienen un lugar determinado donde sucedieron los sucesos, es decir son transcurridos en países sin nombre. Esto se explica por la similitud del Perú con sus países vecinos al compartir en contextos diferentes los problemas sociales que Alarcón relata en sus libros. En este caso en “Guerra a la luz de las velas”.
En sus relatos, todos sus personajes sufren contradicciones e ironizan con sus repentinos estilos de vida. Esa es una tendencia que acompaña al escritor durante su obra, además de su gusto por los paisajes sombríos y barrios marginales de Lima y New York, donde se desarrollan la mayoría de cuentos.
Con una narrativa sencilla, sumado a un estilo de relato breve, el escritor permite desarrollar historias populares de fácil acceso intelectual. Justamente, en una de sus entrevistas por la publicación de su libro en Lima, Alarcón mencionó que “el Perú es un país con hambre de literatura”, es por ello que escribe platos sencillos, pero de mucho valor nutricional para las mentes.
Es quizá este libro, a mi parecer, una búsqueda de identidad para el escritor. Pues, luego de ser considerado como uno de los narradores jóvenes más interesantes del continente, Alarcón ironiza los cuestionamientos sobre su nacionalidad al publicar inicialmente la obra en inglés. “¿Ser o no ser peruano?, ello no me afecta a la hora de escribir”.
Sin embargo, ya de una manera más sensata y con temperamento más calmado, Alarcón plantea que el escribir en inglés se debe por su consumo literario en ese idioma desde muy chico. Además, la considera su lengua natal por lo que reconoce siempre hacer sus ejemplares inicialmente en ese idioma.
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